En los países en donde operan gigantes corporaciones transnacionales dedicadas a la minería, buscan ocultar las formas poco transparentes y legales con las que obtienen los permisos o licencias para operar. La censura y silencio parece ser una de las principales herramientas para que los proyectos mineros sean exitosos, es decir, para poder extraer los minerales es necesario que todo lo que rodea a cada proyecto este resguardado.
En estas condiciones los Estados juegan el papel de guardias de seguridad, ocultan la información de las licencias y cuando se hace necesario dificultan el acceso a la información de quienes la buscan y de esta manera evitar que se encuentre la irregularidad detrás de las operaciones de las empresas, esto es uno de varios de los casos que ocurren en Guatemala.
De noviembre de 2018 a junio de 2019, Green Blood desarrolló una investigación en tres países, de tres continentes distintos: Guatemala, Tanzania e India. El hilo conductor de los estudios se centra en los patrones que la industria minera utiliza para dificultar el acceso a la información a quienes investigan sobre las opacas prácticas. Además, la actividad minera ha mostrado como, bajo la colusión de las autoridades nacionales, se ha criminalizado a quienes se oponen a la inversión privada en sus territorios. Los extremos de esta problemática han significado para muchas personas la prisión y en el peor de los casos, la muerte.
“Desde 2009, al menos 13 periodistas han sido asesinados luego de haber investigado temas ambientales”. En Guatemala, los periodistas indígenas Jerson Xitumul y Carlos Choc ambos del medio digital Prensa Comunitaria han sido perseguidos penalmente. En 2017, Xitumul fue encarcelado durante 39 días en una penitenciaria. Choc sufrió desplazamiento forzado por más de un año. En ambos casos, la razón se debe a la denuncia que hicieron de la contaminación del lago de Izabal, y documentar el asesinato del pescador Carlos Maaz, por parte de la Policía Nacional Civil (PCN).
Forbidden Stories, con sede en Francia, es una organización sin fines lucro, que aglutina una red de periodistas que apoya la publicación del trabajo periodístico, de periodistas que enfrentan en sus países amenazas, prisión y en muchos casos asesinatos.
Junto a un grupo de 15 socios de varios países los medios The Guardian (Inglaterra), El País (España), Le Monde (Francia), la televisión nacional de Francia, Prensa Comunitaria (Guatemala)
y Expresso (Portugal), decidieron profundizar en cada una de las historias de los periodistas en Tanzania, India y Guatemala.
“En cada continente, la industria minera intenta disimular sus secretos inconfesables”
Por primera vez, un grupo de 40 periodistas de 15 países organizados por Forbidden Stories ingresaron al campo, observaron las cadenas de suministro de las empresas, obtuvieron información de archivo, regalías y otros datos para investigar la actividad minera las empresas en estos tres países.
“Han callado periodistas, pero no podrán callar sus investigaciones”
El proyecto Green Blood publicará en los medios asociados el resultado de las investigaciones con el objetivo de romper el cerco, la censura y darle luz al trabajo de los periodistas censurados. Como un aporte a la defensa de la libertad de expresión y el rescate del trabajo periodístico de aquellos periodistas que fueron censuradas.
El mensaje que se quiere transmitir para las empresas mineras y los estados es claro: “Detuviste al mensajero, pero no detendrás el mensaje”.
Prensa Comunitaria forma parte del proyecto de investigación colaborativa del equipo de Forbidden Stories.
Original: Medium